La Actividad Electrica del corazon
El corazón es mucho más que una bomba de sangre, es un órgano cuya actividad está coordinada por impulsos eléctricos que garantizan cada latido. Comprender la actividad eléctrica del corazón es clave para entender la salud cardiovascular y las afecciones que pueden comprometerla. En este artículo, exploraremos cómo se genera esta actividad, qué mecanismos participan en su creación y cómo se expresa en nuestro organismo.

La generación de la actividad eléctrica en el corazón
La actividad eléctrica en el corazón, convierte a este en un órgano que funciona de manera autónoma. A diferencia de otros músculos del cuerpo, su contracción no depende de señales provenientes del sistema nervioso central, sino de un mecanismo propio regulado por un grupo de células especializadas capaces de generar y transmitir impulsos eléctricos.
El nódulo sinoauricular: el marcapasos natural del corazón
El proceso de generación del impulso eléctrico comienza en el nódulo sinoauricular (SA), una pequeña estructura situada en la aurícula derecha. Este nódulo está formado por células especializadas que tienen la capacidad de despolarizarse de manera automática, sin necesidad de estímulos externos. Es por ello que se le conoce como el marcapasos natural del corazón.
Las células del nódulo SA tienen una característica fundamental: la automaticidad, lo que significa que pueden generar impulsos eléctricos de forma espontánea y rítmica. Este fenómeno ocurre gracias al flujo de iones en su membrana, que permite la entrada y salida de sodio, potasio y calcio, generando una variación en la carga eléctrica y dando lugar al potencial de acción cardíaco.
Propagación del impulso eléctrico por el sistema de conducción
Una vez que se genera el impulso en el nódulo SA, este se transmite rápidamente a través de las aurículas, provocando su contracción y empujando la sangre hacia los ventrículos. Posteriormente, la señal eléctrica llega al nódulo auriculoventricular (AV), donde se produce una breve pausa que permite que los ventrículos se llenen de sangre antes de contraerse.
El nódulo AV actúa como un filtro que regula la transmisión del impulso, evitando que señales erráticas lleguen a los ventrículos y causen alteraciones en el ritmo cardíaco. Tras este paso, la señal eléctrica continúa su recorrido a través del haz de His, que se divide en dos ramas: derecha e izquierda, llevando la activación hacia los ventrículos.
Finalmente, la señal eléctrica alcanza las fibras de Purkinje, que distribuyen el impulso por todo el miocardio ventricular, asegurando una contracción sincronizada y eficaz.
Este complejo sistema de generación y conducción de impulsos eléctricos es lo que permite que el corazón lata de manera rítmica y coordinada, garantizando un bombeo eficiente de sangre hacia los órganos y tejidos del cuerpo.
Los mecanismos que actúan en la generación de la actividad eléctrica del corazón
La actividad eléctrica del corazón surge de un proceso complejo que involucra el flujo de iones a través de la membrana celular de las fibras cardíacas. Estas variaciones en la carga eléctrica permiten la propagación del impulso nervioso, asegurando que el corazón mantenga su ritmo adecuado.
El papel de los iones en la actividad eléctrica del corazón
Las células cardíacas presentan un equilibrio de cargas eléctricas entre su interior y el medio extracelular. Este equilibrio es conocido como potencial de membrana en reposo, y se mantiene gracias a la acción de las bombas iónicas, especialmente la bomba de sodio-potasio, que regula el intercambio de estos elementos esenciales.
Cuando se activa un estímulo eléctrico en el corazón, los canales de la membrana permiten la entrada de iones de sodio (Na⁺) y calcio (Ca²⁺), generando una despolarización. Esto provoca una inversión temporal de las cargas eléctricas en la célula, dando lugar al potencial de acción, que se propaga hacia células adyacentes y permite la contracción cardíaca.
Repolarización y regreso al estado basal
Después de la contracción, la célula cardíaca necesita volver a su estado de reposo para prepararse para el siguiente impulso. En este proceso, los canales de potasio (K⁺) se activan, permitiendo la salida de estos iones y restableciendo el equilibrio de cargas. Este fenómeno se llama repolarización, y marca el fin de un ciclo de excitación eléctrica.
Este mecanismo se repite de manera constante, garantizando un latido cardíaco regular y eficiente. Cualquier alteración en el flujo de iones puede afectar el ritmo del corazón y generar trastornos como arritmias o bloqueos cardíacos.

Expresión de la actividad eléctrica del corazón: cómo se manifiesta en el cuerpo
Nuestro corazón no solo late sin que lo pensemos, sino que lo hace de manera organizada gracias a su sistema eléctrico interno. Esta actividad eléctrica es lo que permite que las cavidades del corazón se contraigan en el momento justo para bombear sangre de manera eficiente. Pero, ¿cómo podemos ver o medir esta electricidad en acción?
¿Cómo se expresa la actividad eléctrica del corazón?
Cada latido es el resultado de pequeños impulsos eléctricos que recorren el corazón, activando sus diferentes partes en el orden correcto. Podemos notar esta actividad de dos maneras principales:
- Latidos del corazón
Si colocas tu mano sobre tu pecho o tu muñeca, puedes sentir los latidos del corazón. Ese ritmo que percibes es producto de la transmisión de impulsos eléctricos entre las células cardíacas. En un corazón sano, este proceso ocurre de manera automática y constante. Sin electricidad, el corazón no podría funcionar. - Electrocardiograma (ECG): la forma visual de la actividad eléctrica
La mejor manera de observar la actividad eléctrica del corazón es a través de un electrocardiograma (ECG). Este examen médico registra los impulsos eléctricos de cada latido y los representa en un gráfico de ondas.
¿Qué significan esas ondas en el electrocardiograma?- Onda P: Indica la activación de las aurículas, la primera parte del corazón que se contrae.
- Complejo QRS: Representa la activación de los ventrículos, que es el momento clave para el bombeo de sangre.
- Onda T: Muestra el proceso de recuperación del corazón después de un latido, preparándolo para el siguiente.

Cuando la actividad eléctrica del corazón se altera
La electricidad del corazón debe fluir de manera ordenada. Si ocurre algún problema en la conducción eléctrica, pueden aparecer trastornos del ritmo cardíaco, llamados arritmias. Algunas arritmias pueden hacer que el corazón lata muy rápido (taquicardia), muy lento (bradicardia) o de manera irregular.
Afortunadamente, los médicos pueden identificar estos problemas con un electrocardiograma y tratarlos con medicamentos o dispositivos como los marcapasos, que ayudan a regular la actividad eléctrica del corazón.
Alteraciones en la actividad eléctrica del corazón
El corazón tiene un ritmo natural gracias a los impulsos eléctricos que regulan su funcionamiento. Sin embargo, cuando estos impulsos se generan o conducen de manera incorrecta, pueden aparecer alteraciones en el ritmo cardíaco, conocidas como arritmias. Estas alteraciones pueden afectar la salud y, en algunos casos, ser peligrosas.
1. Arritmias: latidos irregulares del corazón
Las arritmias ocurren cuando el corazón late de manera irregular, demasiado rápido o demasiado lento. Estas pueden manifestarse en el electrocardiograma (ECG) con patrones anormales en sus ondas. Algunas de las más comunes incluyen:
- Taquicardia (latidos acelerados)
En la taquicardia, el corazón late más rápido de lo normal, generalmente por encima de 100 latidos por minuto en reposo. En el ECG, se observan ondas más frecuentes, con el complejo QRS (representa la contracción ventricular) muy cercano entre sí. - Bradicardia (latidos lentos)
La bradicardia ocurre cuando el corazón late más despacio de lo normal, por debajo de 60 latidos por minuto en reposo. En el ECG, las ondas aparecen más separadas, indicando una conducción eléctrica más lenta.
2. Bloqueos cardíacos: problemas en la transmisión del impulso eléctrico
Los bloqueos cardíacos ocurren cuando la señal eléctrica del corazón no se transmite correctamente entre sus cavidades, afectando la contracción del músculo. Dependiendo de su gravedad, pueden ser leves o representar un riesgo serio.
- Bloqueo auriculoventricular (AV)
Este problema ocurre cuando la señal eléctrica que pasa de las aurículas a los ventrículos está retrasada o bloqueada. En el ECG, se observa una separación anormal entre la onda P (representa la activación auricular) y el complejo QRS, lo que indica un retraso en la transmisión eléctrica.
3. Fibrilación auricular y ventricular: actividad eléctrica caótica
La fibrilación auricular y la fibrilación ventricular son dos trastornos graves en los que el corazón late de manera desorganizada debido a múltiples impulsos eléctricos anormales.
Fibrilación auricular
En esta condición, las aurículas generan múltiples impulsos eléctricos sin coordinación, lo que provoca un ritmo cardíaco irregular. En el ECG, la onda P desaparece y se observa una actividad caótica en la línea base.
Fibrilación ventricular
Es una alteración crítica que impide que los ventrículos bombeen sangre correctamente, lo que puede provocar un paro cardíaco. En el ECG, se observa una actividad completamente desordenada, sin ondas reconocibles.
Entender cómo funciona la actividad eléctrica del corazón nos permite valorar aún más nuestro organismo y tomar medidas para cuidar nuestra salud cardiovascular. Desde los latidos rítmicos que sentimos hasta el electrocardiograma que nos permite analizar el corazón en profundidad, todo es reflejo de un proceso altamente sofisticado y fundamental para nuestra supervivencia.
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